¿Quién en algún momento no ha querido saber unas nociones básicas de vinos para hacerse el entendidillo en una reunión o cita especial soltando algún término en francés o alguna característica del caldo? Pues bien, aquí reunimos 5 tips que, dichos en el momento idóneo en una degustación, te harán quedar como un somelier de primer nivel. Vamos, postureo al máximo exponente.

¡Cuidado! Antes de soltar alguna de estas frases, observa y detecta si hay algún otro ‘somelier en potencia’ entre tus acompañantes. Si es el caso, la prudencia será tu mejor amiga y te ayudará a contener la verborrea sobre la historia de las bodegas a través de los siglos que te has leído en la Wikipedia antes de ir.

1. “Tiene un color muy intenso, profundo”
Asegúrate de no abalanzarte sobre la copa una vez esté servida porque llegas con sed. Toma la copa por el fuste (sí, la parte fina y alargada de la copa), nunca por el cáliz (parte de la copa circular) ya que calentarás el vino. Observa, mueve la copa, moviendo el vino en su interior, álzala, mira al trasluz… y di: “Tiene un color muy intenso, profundo”, seguido de una mirada firme a tus interlocutores. Claro, si se trata de vino tinto. En caso de un vino blanco, puedes decir: “Tiene un amarillo ambarino muy interesante”.

2. “Qué aroma tan delicioso, me recuerda a la primavera”
No vuelques la copa sobre tu nariz como si se tratara de una cerveza con dos dedos de espuma recién tirada. Aproxima la nariz suavemente acercando la copa, cierra los ojos unos segundos y haz gala de los recuerdos que te trae ese aroma diciendo: “Es delicioso, me recuerda al olor floral de la primavera”. Esta frase nunca falla, por mucho que alguno de los allí reunidos diga que le sugiere un aroma a madera, la sutileza de estas esencias da para arriesgar un mínimo.

3. “Es largo en boca, qué maravilla”
O bien, “qué retrogusto más potente”, que no significa que sea un gusto retrógrado, si no que hace referencia al tiempo que permanece el sabor en la boca. En este caso puedes usar estas distintas opciones dependiendo de la intensidad que sientas (si la sientes, si no, no te arriesgues): “muy corto”, “corto”, “largo”, “muy largo”, “persistente”. Después de esta frase puedes levantarte de la mesa con aires de grandeza, ya habrás convencido a los otros comensales de tu sabiduría vinícola.

4. “Este vino es bouchonné”
Aunque ahora ya no se usa tanto el término bouchonné, decirlo te hará quedar como un entendido con trayectoria. Esta palabra se usa para referirse a un vino que tiene sabor u olor a corcho. Recuerda que su pronunciación es ‘buxoné’ (ahí te la juegas si lo pronuncias mal) y que puedes acompañarlo cogiendo a la vez el corcho y oliéndolo. Touché.

5. “Este vino tiene carencias, está hueco”
Lo que viene a decir esta expresión es que el vino no vale mucho y que no te gusta. Una explicación más snob es que no transmite sensaciones, está vacío, tiene carencias (no, no estamos hablando de una obra de arte, pero casi). Si en lugar de un “no me gusta ni ver”, acompañas el final de la degustación con un “este vino está hueco”, tendrás a todos en el bolsillo.

Esperamos que te animes a probar estos consejos y nos cuentes a través de nuestras redes sociales cómo te ha ido y si te has encontrado con algún rival entendidillo que te lo ha puesto difícil.