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Encontrar jamón de bellota dentro de las cestas de Navidad es uno de los mejores regalos que puede recibir cualquier trabajador. En este post te explicaremos de dónde proviene y cómo debes cortar este tipo de jamón.
El jamón de bellota como producto estrella de los lotes de Navidad
Si quieres comprar lotes de Navidad de alta calidad o regalos para empresa gourmet, con este tipo de jamón conseguirás sorprender a todos.

La diferencia básica entre los jamones de bellota y los demás radica básicamente en la alimentación que recibe el cerdo durante su crianza. El ibérico proviene de cerdos que han sido únicamente alimentados con bellotas y pastos naturales y de ahí su nombre. Por el contrario, las demás variedades incluyen piensos y cereales en sus dosis diarias de comida. Esto proporciona un sabor menos exquisito en el jamón y hace que los consumidores lo detectemos rápidamente.
¿Cómo cortar jamón de bellota?
En primer lugar, aclararemos que, si vas a tardar en consumirlo, te recomendamos que lo cuelgues en un lugar fresco y seco para su correcta conservación y que no pierda ni su aroma ni su sabor. Recuerda que el jamón de bellota es uno de los mayores placeres gastronómicos y su óptima preparación es fundamental para que puedas percibir todos sus matices aromáticos.
Cerciórate de consumirlo siempre a temperatura ambiente y que nunca esté por debajo de 21º C. Debes centrar el rito del corte en sacar el máximo rendimiento a la pieza para poder consumir este manjar completamente aprovechado:
- En primer lugar distinguiremos las partes del jamón. Por un lado se encuentra la maza o zona principal y, por el otro, la babilla, la cadera y el codillo.
- Si quieres consumir el jamón en uno o dos días, te recomendamos que comiences a cortar por la parte de la maza y, para ello, debes colocar el jamón con la pezuña hacia arriba. Si vas a tardar más de dos días, es preferible que empieces a cortar por la parte de la babilla, para evitar que esta zona se reseque, de manera que la pezuña quede hacia abajo.
- Retira la piel y la grasa exterior que recubre la zona a tratar y corta en lonchas finas, siempre en paralelo. No deben ser más de seis o siete centímetros de largo.
- Cuando ya no quede carne, deberás cambiar la posición del jamón para seguir cortando por dicha parte. El hueso de jamón es exquisito para hacer caldos, por ello, te recomendamos que lo lleves a tu carnicería de confianza para que te lo hagan trozos.
En conclusión, las cestas de Navidad pueden incluir jamones de bellota y ahora que conoces el sistema de corte, esperamos que deleites a tu paladar con este tesoro de la gastronomía española.