Hace unos días saltaron las alarmas: las cestas de Navidad no pueden ser suprimidas. Esta noticia viene dada del conflicto en la fusión de las empresas Esmena y Mecalux, cuya resolución del Tribunal Supremo fue sentenciada hace unos meses atrás. Los empleados de Esmena, reclamaban la cesta de Navidad que cada año se les otorgaba y que la fusión no le concedió en 2012. El Tribunal Supremo falló a favor de los trabajadores: toda empresa que dotara normalmente a sus trabajadores con este producto, no podrá dejar de obsequiar al trabajador. De este modo, las cestas de Navidad se han convertido en un derecho adquirido.

Las cestas de Navidad: las grandes olvidadas en tiempos de crisis

Desde que España entrase en crisis, a partir de 2008, una de las obligaciones de las que se desprendieron las empresas fueron las cestas de Navidad. Como señala el Secretario General de CCOO de Cantabria, Carlos Sánchez, las cestas de Navidad “no dejan de ser una retribución en especie, no es un aguinaldo”, a lo que añade que se trata de un derecho “consolidado en el tiempo” y que “la crisis se ha utilizado de excusa para meter tijera”.

Por su parte, Mariano Carmona, Secretario General de UGT, opina que “este tipo de prestaciones no se pueden modificar unilateralmente”. Es decir, si la cesta de Navidad no se recoge en el convenio, se debería reclamar en el caso de repartirse de forma habitual todos los años.

¿Mejoría para el sector de Cestas de Navidad?

Si para alguien sería favorable el fallo del Tribunal Supremo, además de para los trabajadores, sería para el sector encargado de la elaboración y distribución de las cestas de Navidad. Con la llegada de la crisis, la práctica de obsequiar con cestas “cayó en picado en torno al 80%”, según cuenta Mateo Alonso, propietario de la tienda Reigadas.

Desde la crisis y hasta ahora, las cestas de Navidad y sus variantes han sido adquiridas como pequeños regalos por parte de particulares más que de empresas. Sin embargo, esto puede cambiar. Con el fallo de la sentencia del Tribunal Supremo, se confirma un cambio a cerca de la doctrina legal de las cestas de Navidad, que pasan a ser consideradas parte del salario y no un aguinaldo.