La antigua regla que sugiere elegir un vino blanco, para acompañar los platos de pescado, no es siempre cierta. Si quieres saber cuál es el mejor maridaje de vinos con pescado, sigue leyendo: en este artículo te daremos trucos y consejos para acompañar siempre con el mejor vino tus platos favoritos de pescado. Ante todo, ten presente que la principal dificultad está en diferenciar cada plato por el diferente tipo de pez. Las grasas y los aceites de estos animales se aferran a las papillas gustativas de forma distinta según la especie y, para saber qué vino hace mejor maridaje, es necesario distinguir entre cuatro grupos de pescado.

Maridaje de vinos con pescado magro

Este primer grupo incluye los pescados blancos y escamosos. Lubinas, lenguados, percas, pangas, rodaballos, tienen un sabor suave y de ese mismo tipo tendrán que ser los vinos. Te aconsejamos vinos blancos ligeros, frescos, de buena acidez y cítricos, capaces de equilibrar el sabor delicado de este tipo de pescado. El mejor maridaje con pescado magro es con estos vinos: Verdejo, Albariño, Viura, Pinot Gris.

Maridaje de vinos con pescado semi graso

Estos otros pescados escamosos suelen tener un tamaño más pronunciado y con un contenido superior de grasa, respeto a los anteriores. Truchas, doradas, bacalaos, merluzas y rapes necesitan vinos blancos con toques más frutales y aromáticos como el Chardonnay, el Sauvignon o, también, vinos tintos jóvenes y rosados frescos como el Pinot Negro o el Merlot.

Maridaje de vinos con pescado

Maridaje de vinos con pescado graso

Los amantes del pescado a la brasa o a la parrilla seguramente aman saborear platos con salmón, bonito, pez espada o atún frescos. Pues se trata de peces con una textura más grasas, ricos en proteínas, jugosos. El mejor maridaje, evidentemente, se hace con vinos blancos melosos, con mucho cuerpo y sabor, en general pasados por barrica durante más de 6/8 meses. Es posible acompañar estos platos de pescado con vinos tintos más potentes o rosados con toques frutales, como Merlot, Tempranillo o Garnacha. Es fundamental elegir vinos capaces de soportar el alto nivel de sabor del pescado y que no se dejen cubrir. Cuanto más fuerte el sabor del plato, tanto más fuerte tendrá que ser el vino.

Maridaje de vinos con pescado salado

El último grupo incluye los pescados con sabor más pronunciado (como por ejemplo anchoas, sardinas, arenques y caballas) que suelen servirse salados y que ofrecen sabores fuertes y, a pesar del reducido tamaño, conservan una importante cantidad de grasa. La gran ventaja es que podremos maridarlos con vinos aún más potentes y con cuerpos, vinos blancos con mayor cantidad de sales y minerales, hasta vinos espumosos que, gracias al carbónico presente, ayudan a limpiar las papillas gustativas después de comerlos. Entre todos te sugerimos botellas de uva blanca como Albariño, Xarel.lo, Riesling Trocken  y tintos como el Pinot Negro.

Ahora puedes elegir el mejor vino para acompañar tus platos de pescado favoritos, el maridaje de vino con pescado te permitirá aumentar y mejorar la experiencia gastronómica con peces magros, semi grasos, grasos y salados.